El Cardo Mariano es uno de los mejores aliados de la salud de nuestro hígado. Nos protege de agentes externos y ayuda a eliminar toxinas acumuladas en el hígado, tienen actividad antioxidante, antiinflamatoria, antifibrótica, rebaja niveles de colesterol y es hepatoprotectora, siendo eficaz para prevenir el daño hepático provocado tanto por el alcohol, medicamentos, contaminantes ambientales y otras sustancias. También contrarresta los efectos negativos de la acumulación hepática de ácidos grasos, el hígado graso.
El Cardo Mariano está indicado como remedio natural en algunos de estos casos:
Tratamiento de la hepatitis crónica y la hepatitis aguda, hígado graso o esteatosis hepática, por acumulación de triglicéridos y ácidos grasos en el hígado, Intoxicaciones alimentarias por consumo de alimentos en mal estado o por empacho, con daño hepático puntual, Intoxicación por absorción involuntaria de metales pesados, como plomo y aluminio, o el mercurio de los emplastes dentales, Prevención de infecciones respiratorias, en resfriados y episodios gripales, Alivio de trastornos menopáusicos, como sofocos, sudores nocturnos y migraña, asociado de nuevo con plantas de efectos afines como el sauzgatillo, la milenrama, el sauce blanco o el viburno, Desórdenes menstruales, menstruaciones abundantes o metrorragias,Tiene un efecto notable como estimulante venoso y se indica para casos de adormecimiento de dedos, pies y manos, para tratar las venas varicosas y las hemorroides y otros.
El nombre botánico del cardo mariano es Silybum marianum. El cardo mariano también se llama cardo santo, cardo lechero o lechoso, cardo de María, cardo de Santa María, cardo de Nuestra Señora, alcaucil o alcachofa silvestre, Mariendistel (en alemán) y Chardon-Marie (en francés).
3 cucharas soperas para 1 litro de agua, hervir 5 minutos y colar. Tomar antes de cada comida, fría o caliente.